martes, 21 de junio de 2011

Nunca inventamos nada

Llego a casa y caigo sobre el sofá
llego a casa, enciendo el televisor
y no estás amor

café caliente, ganas de sonreir
cuentas pendientes, llaves, un souvenir
y el teléfono

quién sabe si tu luna, mi amor
se estaba acercando, se estaba acercando
quién sabe si esta llaga, mi amor
estaba sangrando, estaba sangrando
lo cierto es que este círculo algún rato se tendrá que cerrar
nunca inventamos nada

sigues siendo aquella sombra implacable
sigues siendo como un perro en la calle
como un búmerang

tengo un rollo que pronto va a estallar
tengo un sueño que pronto va a acabar
contigo, mi amor

oh nena, no voy a girar
por más que insistas nunca voy a girar.


(Carlos Arboleda López. Quito, Ecuador. 1989.)







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