jueves, 7 de abril de 2011

En el rostro de Medusa


Tanto tienes, tanto vales
cuánto espero que no pares
de cantar
cuánto pides, cuánto entregas
cuánto quiero que no pares
de cambiar

y mientras tanto
cortas los lazos

ya nunca más
ya nunca más
en el rostro de Medusa
la mirada clavar

saber
que una zarza ardiendo no siempre da fe
las topografías destejen la red
una vez muerto el heraldo parte el tren

animula vagula blandula
ojalá ya sepas
darte paz
Judas Iscariote de ti misma:
monedas al alba
pesan más

rompes un trato
vuelan los mantos.



(Carlos Arboleda López. Quito, Ecuador. 2006.)


No hay comentarios:

Publicar un comentario