Formas trazadas, gastadas, me miran
como queriendo mostrarme una nueva canción
visten la esquina de perversión
muero de risa otra vez
y no me importa perder este mundo que tengo a mis pies
no me preocupa ir caminando con el tiempo al revés
sé que mis pasos verán el final
sonriéndote otra vez
nuevas posturas, ocultas, persiguen
nuestras cabezas al fondo de este laberinto
sin saber cómo volver
sin querer volver.
(Carlos Arboleda López. Quito, Ecuador. 1990.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario