cabes en el bolsillo más pequeño
en la medida música
te engullo toda, no dejo ni un bocado
toda el hambre para ti
espiral puesta en abismo
inacabada hierogamia de tus fuerzas
divergencia y convergencia de comisuras
en ejercicio del beso
pupila acorazada entretejiendo cortezas
almanaque suspendido
huella de tus huellas
sombra de tus sombras
mujer más infinita que conozco
sol y agua de mis medidos días
te guardo como el horizonte al cielo o al desierto
cabes en mí como este invierno
en la punta del meñique.
(Carlos Arboleda López. Bertrange, Luxemburgo. 1998.)
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