Buscas a Dios
cuando estás sin control
cuando el corazón no espera
alfa y omega
los ojos al sol
que tuesta nuestras cortezas
el barro seco
se agrieta el crisol
escamas de una pereza
amas la voz
que te dé la razón
vengo a cortarme la lengua
no siempre vamos a la guerra
no siempre estamos a la espera
no siempre estamos al acecho
se me han volteado las monedas
contra el pecho
santo que obras
y esperas cielos
tu virtud no es verdadera
sin eje y sin borde
rueda el círculo
de la siembra y la cosecha
nos juntaremos donde la vida es uno
nos juntaremos donde la tierra es uno
nos juntaremos donde uno es uno.
(Carlos Arboleda López. Luxemburgo, Madrid. 1998-2000.)
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